"Jamming", un no parar de reir

Sábado 6 de Octubre


Ayer fue una de las mejores noches que recuerdo en mucho tiempo. Peny y yo estábamos solos, (ningún plan con amigos) así que decidimos que iríamos a cenar a un sitio especial y después al teatro a ver un monólogo, quizás, o una comedia de humor. Sobre la cena escribiré una entrada en la sección de restaurantes porque bien lo merece el sitio, pero este post está dedicado al espectáculo al que acudimos después de cenar. Estuvimos decidiendo entre varias opciones: la comedia "Toc Toc" y el espectáculo "Espinete no existe". Si no fuimos a uno de esos fue por falta de entradas, la verdad, así que haciendo una selección de monólogos o similares, acabamos eligiendo el show titulado "Jamming", del que ninguno de los dos habíamos oído hablar pero del que la gente en la página de Atrápalo hablaba muy muy bien, y que por hora y precio (13 euros), nos parecía el más razonable. Tal y como pone en las normas de la página web, acudimos al teatro unas dos horas antes del espectáculo y cogimos las entradas; nos tocó la fila 3, así que cerquita del escenario. 

El show empezó con algo de retraso, unos 15 minutos. Pero lo que venía después desde luego, nos hizo olvidarnos de cualquier cosa que pudiera parecer mala en aquellos momentos, como el calor, por ejemplo. Ayer el veranillo de San Miguel con retraso, dejó una noche espectacular de unos 20º C en Madrid, así que si te habías abrigado un poco más de la cuenta pasabas hasta calor. Pero bueno, como decía, nada de eso importó. Al entrar, un batería y un guitarra animaban al público antes del show que por fin, dio comienzo. "Jamming" consiste nada más y nada menos que en improvisar. Un grupo de actores, 3 en concreto más un invitado que varía cada semana, montan historias y situaciones rocambolescas a partir de las palabras que el público va sugiriendo. El espectáculo es muy muy dinámico, ya que la interacción con los espectadores es constante, que además,en muchos momentos, tienen que salir al escenario y participar en lo que están representado los actores. El show se divide en diferentes juegos o pruebas todas ellas basadas en la improvisación. Así, en uno de los juegos de ayer, la artista invitada, Ana Morgade que seguramente os suene  porque ha trabajado en diferentes programas de televisión como el de Buenafuente, tenía que salirse de la sala. El público decía el nombre de un objeto, un lugar y una persona famosa. Las palabras elegidas fueron espumadera, baño de un puticlub y Chuck Norris. Con eso, los actores representaban un interrogatorio sobre un crimen que se había producido con esa arma, en ese lugar y en el que había resultado muerto Chuck Norris y Ana Morgade que representaba a la sospechosa y que no había oído ninguna de las palabras, tenía que adivinarlas a través de las pistas que le daban sus compañeros haciendo de dos policías, uno gangoso y otro cojo, por cierto. Podeís imaginar lo surrealista de la situación. En otra ocasión, sacaron a una pareja al escenario, y tanto él como ella dijeron lo que más y lo que menos les gustaba el uno del otro y dónde y cómo se habían conocido. Cada actor representaba a uno de ellos y con eso se montaron una historia desternillante en la que acabaron bailando reggaton (Baila morena...) mientras el público daba palmas. Durante todo el show además, los actores se habían retado entre ellos, de manera que tenían que ir intercalando en cualquier momento, aquello que se les había propuesto. Uno de ellos, por ejemplo, tenía que decir marcas de electrodomésticos fuera de contexto,claro. Otra tenía que representar escenas de películas así de repente, otro bailar Boys Boys Boys con voluntarios del público....Para finalizar, los músicos improvisaron una canción con una nueva palabra sugerida por el público; esta vez, calamar. Y con ella, se montaron un tema en el que todos teníamos que participar en el estribillo cantando a voz en cuello la palabra elegida. Los actores, para despedirse, participaron improvisando, como no, unas cuantas estrofas de la canción. El resultado de todo esto fue que no paré y no paramos en general todos los que estábamos allí, de reirnos desde el minuto 1. Cuando salí de aquél teatro tenía arrugas nuevas en la cara. La hora y cuarto que dura no dejas ni un solo momento de pasarlo bien; es dinámico, entretenido, original, sorprendente y sobre todo muy muy divertido. Por el precio que cuesta no hay ni que pensarlo. Y de hecho, tienen una sesión anterior, a las 22.30, por si a alguien prefiere ese horario al de la sesión golfa, como ellos la llaman. La ventaja, además ,es que al ser improvisado y tener la participación constante de los espectadores, cada espectáculo es diferente, así que puedes repetir todo lo que te apetezca porque nunca verás lo mismo. Al terminar, los actores se colocaron al lado de la salida y despidieron a la gente, que les pedía fotos y les felicitaba. Risas aseguradas por un precio muy económico. No os lo podeís perder.








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